1 cristianismo nominal
Aceptó a Jesucristo en su mente y quizás en su corazón, pero no está dispuesto a hacer algún compromiso con Él o con la Iglesia y mucho menos renunciar a sí mismo. (Fútbol, amistades, costumbres, ideas, etc...).
Se congrega pero no busca más de Dios.
Escucha los sermones y cuestiona en su mente lo que oye.
Su vida de oración es mínima aunque esté sirviendo en algún área de la Iglesia, eso le da estatus social y es el motivo de su servicio, ¡Ser visto!
Lee la Biblia pero no para aplicarla en todas las áreas de su vida, sino para adquirir conocimiento simplemente.
En general vive religiosamente, pero tolera el pecado y hasta algunas veces lo justifica. GALATAS 5:9 nos indica que “Un poco de levadura leuda toda la maza”. No importa cuan pequeño sea el pecado siempre es suficiente para destruir una vida si no nos arrepentimos y cambiamos de dirección.
2. Cristianismo de doble ánimo
Ama a Dios y desea más de el pero a veces abre puertas al enemigo y entonces pierde su gozo y su santidad. Existen varias maneras de abrir puertas al enemigo.
3. Cristianismo radical
Vive hambriento de Dios, cada día busca más de su presencia, busca vivir en esa presencia permanentemente.
Vive en santidad, es muerto al pecado, ya renunció a todo pecado. GALATAS 2:20; 2da. TIMOTEO 2:19; 1ra. JUAN 2:6
Ha confesado todos sus pecados y se ha apartado de ellos PROVERBIOS 28:13. Tampoco se condena más por ellos.
Se alienta y alimenta del gozo del Señor. Siempre vive en ese gozo. SALMO 16:11.
No hay comentarios:
Publicar un comentario